El Protocolo de Familia, es un documento ético jurídico que busca la permanencia de la empresa a través de las generaciones, basado en acuerdos consensuados entre los miembros de la familia propietaria.
Muchas familias han encontrado en el Protocolo, una herramienta clave para lograr el crecimiento y consolidación del proyecto común de la familia, que es la Empresa Familiar. Impulsando la profesionalización e institucionalización de estos dos subsistemas, logrando el difícil equilibrio entre el doble propósito indispensable en este tipo de empresas que conforman la armonía y la rentabilidad
Y sin embargo de entre las Empresas Familiares, que trabajan en el diseño e implantación del Protocolo de Familia, varias no logran que éste funcione.¿Cuáles son las razones que lo impiden? El Dr. Alfonso Chiner Furquet, Catedrático de Empresa Familiar del IESE en España. De las 10 que menciona, hemos elegido las de mayor impacto que nuestra propia experiencia nos ha mostrado.
Las necesidades, expectativas y puntos de vista son distintas de una a otra persona; y las relaciones constructivas son imperfectas en mayor grado dentro de las familias.
Abordar el diseño del Protocolo es una prueba de la unión, la identidad familiar y la propiedad emocional responsable de la empresa.
El Protocolo de todos tiene mucho mayor probabilidad de vigencia, que el que es de unos cuantos.
La previsión de contingencias, capacita a la Empresa y a la Familia para enfrentarla con mayores probabilidades de superarlas.
